¿Quiénes son los/as trabajadores/as migrantes?

Un/a trabajador/a migrante es una persona que debe participar, participa o ha participado en una actividad remunerada en un Estado del que no es nacional[1] (la información sobre los/as trabajadores/as migrantes internos/as se incluye en un recuadro aparte a continuación). El trabajo migrante es el trabajo realizado por personas, familias o comunidades que se han trasladado desde el extranjero. Los/as trabajadores/as migrantes contribuyen al crecimiento y el desarrollo en sus países o regiones de «acogida», mientras que los países o regiones de origen se benefician de las competencias que adquieren mientras están fuera, y de los impuestos o remesas que se envían a «casa».

Los/as trabajadores/as migrantes suelen enfrentarse a dificultades y a abusos de sus derechos humanos y laborales en el lugar de trabajo debido a la discriminación contra ellos. Puede producirse de muchas maneras, como por ejemplo:

  • Prácticas de contratación desleales, como cobrar tasas, exigir a los/as migrantes que aporten una fianza o facilitar información engañosa o incorrecta sobre un trabajo prometido
  • Trata o contrabando transfronterizos de trabajadores/as para trabajar o para su incorporación a trabajo forzoso en el nuevo destino
  • Acceso desigual a los derechos laborales, a la remuneración, a la seguridad social, a los derechos sindicales, a los impuestos sobre el empleo o a los procedimientos judiciales y a la reparación
  • Racismo o discriminación en el lugar de trabajo

¿Cuál es el Dilema?

Los/as trabajadores/as migrantes pueden realizar una contribución positiva al rendimiento y la productividad empresariales colmando las lagunas en materia de capacidades, elevando el acceso a los conocimientos internacionales, reforzando los contactos en redes internacionales y locales mediante nuevas competencias lingüísticas y sensibilización cultural.

Sin embargo, el trabajo migrante también puede plantear un dilema a las empresas, ya que los/as trabajadores/as migrantes, independientemente de que se encuentren en situación regular o irregular, pueden enfrentarse a una serie de dificultades en relación con sus derechos, incluida la discriminación por parte de otros/as trabajadores/as, empresas y leyes, condiciones de trabajo injustas y prácticas de contratación perjudiciales. Los/as trabajadores/as migrantes corren un riesgo especial de sufrir otras violaciones de los derechos humanos, como quedar atrapados/as en el trabajo forzoso debido al abuso de vulnerabilidad, la falta de comprensión de sus derechos y la falta de capital social o de poder.

Las empresas pueden tener dificultades para garantizar que se respeten los derechos de los/as trabajadores/as migrantes en sus operaciones y cadenas de suministro, especialmente cuando los gobiernos no cumplen su deber de proteger y sus obligaciones derivadas de los instrumentos internacionales de derechos humanos (como la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores/as migratorios y de sus familiares).

Migración interna

Aunque esta cuestión se centra en los/as trabajadores/as migrantes internacionales, dada su especial vulnerabilidad a la vulneración de los derechos laborales, los/as trabajadores/as migrantes internos/as también se enfrentan a retos similares para garantizar unas condiciones de vida y de trabajo adecuadas.

No se conocen las cifras globales exactas de la migración laboral interna (personas que se han trasladado dentro su país para trabajar). Sin embargo, las perturbaciones derivadas de la pandemia del coronavirus han llamado la atención mundial sobre su difícil situación, especialmente en la India, donde millones de migrantes internos quedaron económicamente devastados a causa de los confinamientos en todo el país en 2020.

La migración interna permanece en la periferia del proceso de recuperación de la COVID-19 y se encuentra en una situación desfavorecida cuando se trata de garantizar la protección social, unas condiciones de vida y trabajo seguras, y el acceso a la justicia. La crisis migratoria de la India también ha puesto el foco en otros países cuyas economías dependen de la migración interna, como China, Tailandia, Indonesia, Kenia, Uganda, Sudáfrica y Brasil.

Prevalencia del trabajo migrante

Según el Informe de las Naciones Unidas sobre las migraciones en el mundo de 2020, se han producido cambios «históricos» en la migración en la última década, e incluso en los dos últimos años, incluido un rápido aumento del número de personas desplazadas en el mundo. Mientras que muchas de las personas desplazadas huyen de daños, muchos otros emigran debido a las condiciones económicas extremas. Se estima que en 2020 hubo más de 280 millones de migrantes internacionales en todo el mundo, 245 millones de los cuales están en edad laboral (a partir de los 15 años de edad). Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el número de trabajadores/as migrantes internacionales ascendió a 169 millones en 2021, lo que representa casi el 5 % de la población activa mundial.

Principales factores que contribuyen a la creciente movilidad de los/as trabajadores/as:

  • Falta de empleo y condiciones de trabajo dignas
  • Las crecientes desigualdades de ingresos dentro de los países y entre ellos
  • Una demanda creciente de mano de obra cualificada y poco cualificada en los países de destino de los migrantes (debido a menudo a un fuerte crecimiento, la «escasez» de mano de obra nacional o unas normas sociales rígidas)
  • Cambios demográficos, con países con una población activa en declive y poblaciones que envejecen

Las principales tendencias incluyen las siguientes:

  • Según la OIT, las mujeres constituyen el 41,5 % y los hombres el 58,5 % de los/as trabajadores/as migrantes (2021).
  • Las cifras sectoriales revelan que el 66,2 % de los/as trabajadores/as migrantes trabajan en el sector de servicios, el 26,7 % en la industria y el 7,1 % en la agricultura (2021).
  • De los 169 millones de trabajadores/as migrantes internacionales estimados, el 67,4 % se encuentran en países de renta alta y el 19,5 % en países de renta media alta (2021).
  • Los estudios de la OIT indican que los/as trabajadores/as migrantes del mundo se distribuyen entre las principales regiones del siguiente modo: Europa y Asia Central, 37,7 %; América, 25,6 %; Estados Árabes, 14,3 %; Asia y el Pacífico, 14,2 %; y África, tan solo 8,1 % (2021).
  • La tasa de participación de los/las migrantes en la población activa, el 69 %, es superior a la de los no migrantes, del 60,4 % (2021).

Impactos en las empresas

Las empresas pueden verse afectadas por riesgos de migración laboral en sus operaciones y cadenas de suministro de múltiples maneras:

  • Riesgo legal: Existe una estrecha relación entre la migración laboral y las violaciones de los derechos humanos, como el trabajo forzoso, la formas modernas de esclavitud y el trabajo infantil, ya que los/as trabajadores/as migrantes suelen encontrarse en situaciones de vulnerabilidad. Las empresas pueden enfrentarse a cargos legales y a graves consecuencias si se descubre que tienen alguno de los problemas anteriores en sus operaciones o cadenas de suministro.
  • Riesgos para la reputación y la marca: Las campañas de organizaciones no gubernamentales (ONG), sindicatos, consumidores y otros grupos de interés contra empresas multinacionales (EMN) que supuestamente abusan de mano de obra migrante pueden dar lugar a una reducción de las ventas y a la erosión de la marca.
  • Riesgo financiero: Los proveedores y clientes pueden resolver contratos y dar por terminadas las relaciones con empresas respecto de las que se determine que infringen los derechos de los/as trabajadores/as migrantes, o que están vinculadas a ello, en su cadena de suministro, dando lugar a una reducción de las ventas. La desinversión o la elusión por parte de inversores y proveedores de financiación (muchos de los cuales aplican cada vez más criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) a su toma de decisiones) pueden dar lugar a un acceso reducido o más costoso al capital y a una reducción del valor para los accionistas.
  • Pérdida de diversidad, capacidades y creatividad: Cuando los/as trabajadores/as migrantes no reciben un trato justo o respetuoso, pueden buscar otro empleo y crear una laguna de capacidades.
  • Riesgo operativo: Los cambios realizados en las cadenas de suministro de una empresa como respuesta cuando se descubren condiciones de trabajo de migrantes perjudiciales pueden dar lugar a interrupciones. Por ejemplo, las empresas pueden sentir la necesidad de rescindir contratos con proveedores (lo que puede dar lugar a costes o interrupciones potencialmente mayores) y orientar actividades de adquisición a ubicaciones de menor riesgo.

Impacto sobre los derechos humanos

El abuso de la mano de obra migrante puede repercutir en una serie de derechos humanos,[2] incluidos, entre otros:

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Las siguientes metas de los ODS se refieren a los/as trabajadores/as migrantes:

  • Objetivo 8Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos»), Meta 8.8: Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos/as los/as trabajadores/as, incluidos/as los/as trabajadores/as migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios.
  • Objetivo 10 («Reducir la desigualdad en y entre los países»), Meta 10.7: Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas.

Recursos clave

Los siguientes recursos ofrecen más información sobre el modo en que las empresas pueden abordar las violaciones de los derechos de los/las trabajadores/as migrante en sus operaciones y cadenas de suministro:

  • OIT, Caja de Herramientas de procesos de contratación equitativos: Un manual de formación por módulos sobre contratación equitativa para ayudar en el diseño y la aplicación de prácticas de contratación justas.
  • Instituto de Derechos Humanos y Empresa, Migration with Dignity: A Guide to Implementing the Dhaka Principles (Migración con dignidad: una guía para implementar los principios de Daca): Una guía práctica para la aplicación de los Principios de Daca relativos al trabajo justo y equitativo para los/as migrantes. Los Principios de Daca proporcionan una hoja de ruta que rastrea a los/as trabajadores/as desde la contratación, pasando por el empleo, hasta el final del contrato y establece principios clave que las empresas y los reclutadores de migrantes deben respetar en cada etapa del proceso para garantizar la migración con dignidad.
  • BSR, Migrant Worker Management Toolkit: A Global Framework (Conjunto de herramientas para la gestión de mano de obra migrante: marco mundial): Un conjunto de herramientas para respetar los derechos de los/as trabajadores/as migrantes en todas las empresas y cadenas de suministro mundiales.
  1. Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores/as migratorios/as y de sus familiares. Adoptada mediante la resolución 45/158 de la Asamblea General, 1990. Artículo 2, apartado 1.

  2. Al introducir la responsabilidad empresarial basada en la debida diligencia para respetar los derechos humanos, los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (Principios Rectores) desplazan la atención del impacto en las empresas al impacto en los derechos humanos. En el apartado «Consideraciones de debida diligencia» se incluye información adicional sobre los Principios Rectores.